Arte, Galerías de arte

Artistas, visionarias y fuentes de inspiración. Primera entrega

No hace poco a las mujeres se nos ligaba con llevar una vida doméstica. No teníamos acceso ni derecho a una educación formal, el aprendizaje del arte se desarrollaba por vocación, nuestras responsabilidades estaban conectadas únicamente a las actividades domésticas

En el arte, se nos negó a participar en exposiciones colectivas, pensar en individuales era una fantasía.

Afortunadamente, hemos logrado reivindicar nuestros derechos, y aunque el camino aún es largo, podemos contar con ejemplos a seguir para que nos sigan guiando en el camino de ser actores partícipes de la vida pública.

En este mes de marzo, queremos celebrar a algunas artistas, que no solo han impactado significativamente el mundo del arte sino aquello que hemos construido como rol de la mujer en nuestras sociedades.

Primera entrega.

Feliza Bursztyn Rzeznik

Artista bogotana, escultora de ascendencia judía polaca.

Decide realizar sus obras con materiales de desecho no convencionales como: chatarra, acero inoxidable, telas y motores, entre otros, creando esculturas de mediano formato, con movimiento y sonido y otras monumentales.

Pertenece a la primera generación de artistas colombianos que piensan en instalaciones y ambientación de espacios generadores de experiencias con el público. Como legado deja una profusa obra en espacios públicos, especialmente en Bogotá y en varios museos del país.

Ante todo, Feliza fue ciudadana del mundo, salida del molde de las convenciones sociales y los roles tradicionales de la mujer, experta en fundición de metales y conceptos escultóricos y perseguida y criminalizada por el gobierno de Colombia sin causa demostrada. Entre el exilio vivido y el desgaste de sus pulmones por años de fundición de metales, muere a los 49 años en París, en 1982, en compañía de su último esposo Pablo Leyva.

La obra de Feliza se puede encontrar en Bogotá, Centro Cultural de Bogotá, Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), Exposición Permanente de la Colección de Arte, Clásicos, experimentales y radicales.

Beatriz Daza

Ceramista y pintora de Norte de Santander. Beatriz Daza González estudió arte y decoración en la Universidad Javeriana y luego recibió diversos cursos en Estados Unidos, Barcelona, Roma y París. A su regreso al país, en 1958, comenzó a figurar como ceramista, un oficio que había aprendido en la Escuela Libre de Bertrand, en París. Su primera exposición individual tuvo lugar en 1959, en la Sociedad Económica de Amigos del País. Sus primeras piezas eran figurativas y se destacaban por la sencillez y la voluntad de síntesis.

En la presentación de estas obras, Marta Traba acertó al decir que lo más importante de estas cerámicas era que no pretendían ser otra cosa, que no trataban de volverse esculturas o aproximarse a la simple superficie pintada y textura da. Después de llevar a cabo un mural de cerámica en la casa de Juan Antonio Roda, Beatriz Daza volvió a exponer, en 1961, un grupo de obras recientes, diversas vasijas y paredes, entre las que se destacaron estas últimas, un poco a la manera de cuadros abstractos de ricas y varias texturas.

 La obra de Daza se encuentra actualmente dentro de la colección del banco de la república.

Alicia Barney Caldas

Artista colombiana nacida en Cali. Su trabajo desempeña un lugar relevante dentro de la historia del arte colombiano puesto que, durante la década de los ochentas, fue una pionera al abordar problemáticas medioambientales con procedimientos propios del conceptualismo, el land art y el arte ecológico.

Se formó durante la década del setenta en Nueva York, lo que le permitió conocer de primera mano las discusiones teóricas que propiciaron uno de los principios del arte contemporáneo, la desmaterialización de la obra de arte. Este conocimiento le permitió comprender la emblemática exposición Ecological Art, que tuvo lugar en 1969 en la Galería Gibson, donde Christo, Hutchinson y Oldenburg presentaron sus trabajos dentro de esta corriente reflexiva. Al terminar sus estudios, Barney decidió regresar a la capital vallecaucana para desarrollar su trabajo profesional. A su llegada, se contactó con Miguel González quien, sin dudarlo, propició que realizara su primera exposición en Colombia en la Universidad del Valle, tal como lo refiere el mismo González en entrevista con María Wills:

“Alicia Barney hizo su primera exposición individual en Colombia, en la Universidad del Valle cuando yo estaba dirigiendo las exposiciones ahí, que era sobre el “Diario objeto”. Algo totalmente diferente a lo que se había visto antes. Me llamo Benjamín Barney, (que se había casado con María de la Paz Jaramillo), y yo estaba ya en la Universidad del Valle, y me dijo” “Mire, yo tengo una hermana que hace escultura, y que se vino a vivir a Cali después de estudiar en EE.UU. Entonces yo me imaginaba pues unas porcelanas, unas bailarinas, unos bustos, pero dije no me voy a meter en un lío aquí con Benjamín y le dije que viniera a mostrarme su trabajo (…) Y entonces apareció ella con su portafolio, con todas sus basuras colgadas, ¿no? Y todas esas cosas que para Colombia eran rarísimas, entonces yo le dije ¿Cuándo quiere la exposición?”. (Wills, 2016).

Respecto a esa primera exposición, Barney ha evidenciado la resistencia del público a nuevas propuestas artísticas, lo cual expresaban sin ningún tipo de respeto, pues, tal como afirma la artista, dejaban insultos pegados a la obra o alrededor de ella. Este gesto de incomprensión evidenciaba el carácter innovador de la artista, quien a partir de su primera exhibición pasó a hacer parte del grupo de jóvenes creadores que renovaban la escena artística nacional al trabajar con materiales y elementos tomados de una cotidianidad marginal.

Olga de Amaral

Artista plástica colombiana nacida en Bogotá. Ha desarrollado un lenguaje propio a través de técnicas artísticas como el tejido, la pintura y las tradiciones escultóricas. Es reconocida por sus trabajos en fibras textiles a gran escala en las que incorpora fibra, pintura, yeso y metales preciosos, transformando los textiles bidimensionales en obras escultóricas que integran arte, artesanía y diseño.

Es considerada una de las grandes pioneras de la abstracción latinoamericana de la posguerra. Sus obras han sido adquiridas por varios los más destacados museos de Europa, América del Norte y del Sur, y por destacadas colecciones públicas y privadas.

Tras mudarse a Nueva York en 1966, De Amaral conoció a Eileen Vanderbilt del Consejo Mundial de Artesanía y se convirtió en su representante para Colombia. Con la colaboración de Jack Lenor Larsen, Olga de Amaral exhibió sus tapices en Nueva York (exposición individual en la sala de exhibición de Jack Lenor Larsen en Nueva York en 1967), enseñó en la Escuela de Artesanía de Penland en Carolina del Norte y en la Escuela de Artesanía de Haystack Mountain en Maine.

La obra de Amaral la puedes encontrar en el MAMU. Sala: Tres décadas de arte en expansión y Sala: Clásicos, experimentales y radicales.

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