Escrito por: Hugo Cárdenas
El arte siempre ha estado al servicio del hombre como medio de expresión. En la guerra esto no ha sido una excepción. Poetas, escritores y pintores han producido algunas de sus mejores obras bajo el impacto directo de esa conflagración.
La guerra es sin duda el medio por el que se lucha o se confrontan ideas, pensamientos y posturas y a su vez explora lo más profundo del sentimiento humano.
Es el escenario que muestra las disputas sobre lo que consideramos éticamente moral o simplemente la victoria que idealizamos vencer, en un sin fin de emociones que han estado ligadas a la idea de pensar o actuar.
La guerra ha estado ligada el en dramatismo del arte, pasando como memoria fotográfica del acontecimiento y el mito, llevado a cabo, la creación del imaginario colectivo.
Atmósferas, guerreros, caballos y peleas siempre han formado una cercanía a los medios compositivos del arte, pasando desde equilibrios de colores, pesos y planos, hasta representaciones simbólicas que narran la historia de un héroe o simplemente un acontecimiento atroz de lo que ya sucedió en batalla.
Aníbal cruzando los Alpes de William Turner, es sin duda una forma metafórica de burla a Napoleón representado en el personaje clásico de Aníbal y en el que la trama principal nos muestra la agonía de un ejército derrotado y la atmósfera oscura, de paletas rojas y amarilla que magnifican más la escena de la batalla.
El rapto de las sabinas o incluso la caída de Constantinopla se han convertido en narraciones del momento que se desea representar, una exageración del relato hacia un acontecimiento que como muchos marcan el rumbo de la historia.
El juramento de los horacios de Jean Louis David es sin duda una personificación del personaje y su honor, su lealtad a dar su vida por el deber cumplido y su identidad, es sin duda el personaje como glorificación del hecho y su implicación en la historia bélica. Al igual cada escena adquiere dramatismo y tensión no solo en el entorno de los personajes principales sino en las acciones que desempeñan los personajes secundarios
Los gaseados de Sirgent Sargent es un cuadro que muestra la otra cara de la guerra, fatiga y agonía, pero tal vez la emocionalidad de los personajes al sentirse vulnerables después de la batalla y las secuelas o cicatrices que deja una batalla, sin olvidar los colores pálidos como verdes y amarillos que dan una tonalidad de humanidad en el cuadro.
Leonardo da Vinci con su batalla de Anghiari y Miguel Ángel Buonaroti con la batalla de Cascina, eran dos grandes epopeyas que iban a ser representadas en el Palazzo della Signoria pero que solo quedaron en el olvido. Una glorificación al poder político de la toscana y una imponencia de fuerza ilustrada la belleza sobre la victoria como composición teatral de la escena.
El tres de mayo de Francisco Goya da otra cara sobre el sufrimiento humano en una noche oscura en Madrid y el fusilamiento como grito de agonía a una resistencia fallida, magistralmente pintada por los tonos ocres y azules de Goya pero fuertemente una crítica al momento o situaciones que han desencadenado la batalla.
Es por eso que la guerra siempre ha estado presente en la pintura y en la historia del arte, es tal vez necesaria para la composición artística y a su vez, para crear narración y metáfora sobre lo que pudo ser o simplemente como registro de memoria sobre nuestra propia síntesis de la historia.
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