El amor. Un tema que ha sido abordado desde diferentes sectores de la sociedad no ha sido indiferente a los grandes exponentes del arte de todos los tiempos.
Hasta la época del Renacimiento los pintores no se arriesgaban a representar el amor como un fenómeno personal o existencial, sino más bien como algo mitológico o sublime. Luego, en el siglo XIX surgieron artistas que dejaron atrás las normas de la academia y elaboraron obras ajenas a la perfección y esteticismo reinante.
En la actualidad, lo contemporáneo ha reflejado el amor en diferentes han sido sus representaciones. Besos tiernos, encuentros amistosos, de amantes, abrazos, caricias, lujuria, amores prohibidos, amores secos, amores dulces, amores peligrosos. En Culto realizamos una selección de obras que lo exhiben, desde las más diferentes formas.
KISSING COOPERS, BANSKY
Este mural retrata a dos policías británicos besándose. Originalmente se dio a conocer en la pared del Prince Albert Pub en Brighton en 2004.
Los dos policías están pintados en blanco y negro. Ambos individuos se muestran en uniforme completo con esposas evidentes y un bastón alrededor de sus respectivos cinturones. Esta representación de la intimidad entre personas del mismo sexo es una característica común del arte que data del siglo XVI en el Techo Sixtino de Miguel Ángel.
Fue subastado en 2014 por un valor de US 575.000
RELATION IN TIME, MARINA ABRAMOVIC y ULAY
Un performance de los artistas serbia y esloveno, en el que se llevó a cabo numerosas acciones artísticas con el objetivo de anular el sentido del yo para dar forma a una entidad artística única e individual, capaz de trascender los límites de lo público y lo privado.
En este performance, los creadores se ataron del pelo, mirando en direcciones contrarias, durante más de 16 horas. Esta imagen fue con la que Abramovic decidió despdirse al enterarse de la muerte de Ulay.
El trabajo de Ulay y Abramovic se define por un carácter físico en ocasiones extremo, motivado por la búsqueda de los límites del cuerpo y de la mente.
THE BALLAD OF SEXUAL INDEPENDENCY, NAN GOLDIN
Nan Goldin fue catalogada como la fotógrafa que retrató la intimidad en la escena underground neoyorquina, convirtiendo su entorno más íntimo en el tema central de sus obras.
Los temas más frecuentes recurrentes en sus obras son: el amor, la sexualidad y el género. En la época del estallido del underground, el punk, la contracultura, el comienzo de la visibilización de diferentes identidades sexuales y de género y el SIDA, Goldin se quedó prendada del movimiento Drag Queen:
“Se convirtieron en mi mundo entero. Parte de mi adoración involucra fotografiarlos (…) nunca los vi como hombres vistiéndose como mujeres, sino como algo completamente diferente: un tercer género que tenía más sentido que cualquiera de los otros dos”.
ROSA NAVARRO
“La obra de Rosa Navarro es una exploración identitaria en torno a su nombre y la feminidad, enfocado en las posibilidades semánticas y simbólicas del rosa. Sus indagaciones se exteriorizan en sugerentes autorretratos, en los que utiliza su propio cuerpo como herramienta para la exploración y los juegos del lenguaje.
Estas fotografías fueron realizadas en Barranquilla, una ciudad húmeda, de patios con enredaderas florecidas y alcobas; ciudad que tuvo un despertar intelectual y artístico en los años cincuenta, cuando se reunía en el restaurante La Cueva el mítico grupo de Barranquilla, conformado por los escritores Gabriel García Márquez, Álvaro Cepeda Samudio y el pintor Alejandro Obregón, entre otros. A finales de los años setenta, Barranquilla fue una ciudad fundamental para la emergencia del arte conceptual del país, con artistas como Álvaro Barrios, el colectivo El Sindicato, Álvaro Herazo y Antonio Inginio Caro, maestros de una generación de artistas que experimentó con la fotografía y su cuerpo, entre los que destacan Alfonso Suárez y Rosa Navarro, una de las pocas mujeres que participaron en el circuito de arte conceptual en el Caribe.”
