Algunas de las colaboraciones más icónicas de la historia
Las artes plásticas han sido por muchísimo tiempo en la historia de la humanidad un elemento narrativo que cuenta la historia de la raza humana, sin embargo, esta historia no se limita únicamente a estar representada en los grandes cuadros de Miguel Ángel o de Da Vinci, la moda juega también un papel vital en la identificación cultural y no ha de sorprendernos que estas dos disciplinas se hayan inspirado en par de ocasiones la una en la otra es por eso que hoy queremos compartirte algunas de las más icónicas colaboraciones en que él la pintura fue la musa de algunos de los más renombrados diseñadores de nuestro tiempo.
Comenzamos con dos de los grandes, Gianni Versace el reconocido diseñador de modas apasionado por la historia del arte y Andy Warhol un artista que se atrevió a romper paradigmas por medio de sus arriesgadas propuestas se unen en 1991 para crear una colección inspirada en el pop art en la que un vestido de copas circulares elaborado en una tela estampada con los rostros de Marilyn Monroe y James Dean se robó sin duda alguna el show de las más reconocidas pasarelas y llegó a ser tan icónico que en el 2017 fue reinterpretado por la hermana del artista como un homenaje en el aniversario número 20 de su muerte.
Seguimos con un artista contemporáneo que hoy vive y sigue imponiendo tendencias, Takashi Murakami artista japonés se unió junto a Luis Vuitton para generar una colección de bolsas inspiradas en los colores característicos del artista así como también algunos de sus elementos más representativos.
Muchas veces la inspiración de los grandes diseñadores vienen también de la admiración y así fue en el caso del diseñador Yves Saint Laurent y su pareja Pierre Bergé quienes crearon una gran colección en tributo al artista holandés que llevó la bandera del movimiento neoplásico, Piet Mondrain.
Por otro lado, tenemos propuestas un poco salidas de lo ordinario, diseñadores que se atrevieron a plasmar movimiento como el surrealismo y todo lo que eso conllevaba en la elaboración de una prenda para que pudiera ser digna de uno de los sueños locos de Dalí y de esta manera fue gracias a la colaboración entre la diseñadora Elsa Schiaparelli y el mencionado artista Salvador Dalí quienes además fueron grandes amigos en vida que nace una colaboración inolvidable. Schiaparelli produjo una serie de vestidos de noche y accesorios que juegan con la yuxtaposición y los elementos inesperados como una langosta pintada en la tela de uno de los vestidos o cortes en el material que dieran la ilusión de que la piel de quien lo llevaba puesto estaba siendo despellejada.
Por último, tenemos la colaboración de los grandes Alexander McQueen y el muy amado y odiado Damien Hirst, una combinación sin duda bastante polémica, pero realmente impactante, una colaboración en la que Hirst creó diseños exclusivos para una serie de 30 bufandas y pañuelos exclusivos para McQueen inspirados en dos de sus símbolos inconfundibles: la mariposa y la calavera. 10 años después se crea una performance que incorpora todos los elementos de estas bufandas dándole vida a través las telas, la música y la danza.
